La paz es un valor muy fundamental para las vidas de las personas, las familias y las naciones del mundo. Pero la paz no comienza desde fuera, sino desde muy dentro del individuo. No depende de las decisiones de altos funcionarios sino de lo que llevamos en el interiorde nuestro corazón y en nuestro cerebro. La paz es un valor que suele perderse fácilmente de vista por múltiples razones. La paz puede verse a nivel internacional o a nivel personal, pero en cualquier perspectiva debemos entender que no surge como producto de un "no meterse con nadie", con un dejar hacer a los demás para que me dejen "vivir en paz". La calma y tranquilidad tampoco se da, necesariamente, como producto de convivir con personas afines.
Las dificultades entre los seres humanos suele ser algo muy común. Quien no sabe vivir en paz generalmente lo identificamos como una persona conflictiva porque: Es imposible llegar a un acuerdo, aunque sea pequeño y de poca importancia. Tiene una marcada tendencia a buscar en las palabras y actitudes un doble propósito a todo, normalmente es negativo. Se siente aludido y agredido ante cualquier circunstancia, y más si esta en contra de sus intereses personales. Busca por todos los medios "salirse con la suya" aunque este equivocado. En el trabajo o los negocios crea dificultades inexistentes. Discute con mucha facilidad. Vivimos en una época en la que se habla mucho de armonía y paz interior.Sin embargo pocos mencionan que una de las mejores formas de alcanzar estos ideales es mediante el espíritu de servicio hacia los demás. La paz es el fruto de saber escuchar, de entender las necesidades ajenas antes de las propias. Mucho de la paz que podamos vivir con los demás radica en nuestra forma de expresarnos.
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